Al grito de “viva Satán!” inauguran en Detroit enorme y polémica estatua del diablo
Gritando “viva Satán!”, satanistas de Detroit celebraron la inauguración de una estatua consagrada al señor de la oscuridad, mientras que decenas de personas protestaban durante la ceremonia en la que la efigie fue presentada.
Templo Satánico, un grupo religioso
estadounidense que batalla por la separación de la Iglesia y el Estado,
mantenía en secreto el lugar y detalles de la ceremonia hasta el último
momento tras recibir amenazas de que quemarían o harían explotar el
recinto, informó el portal The Raw Story.
Los manifestantes se dieron cita el sábado en el centro de la ciudad, en el lugar inicialmente destinado para la escultura de Bafomet.
“La última cosa que queremos en Detroit es una fiesta de bienvenida al mal”, afirmó Dave Bullock, un párroco bautista local, citado por Reuters.
“He venido aquí para impedirlo en la ciudad de Detroit. No vamos a entregar nuestra ciudad a los satanistas. Es un espíritu violento que está infiltrando este lugar. Pero los expulsaremos”, comentó a Detroit Free Press la clériga Corletta Vaughn, de la Catedral del Espíritu Santo.
El diseño y construcción de la estatua de una tonelada y media de peso ha costado a sus promotores más de 100.000 dólares.
La talla iba a ser instalada cerca del Capitolio estatal en Oklahoma City, para contrastar con el monumento a los Diez Mandamientos.
Sin embargo, el Tribunal Supremo de Oklahoma desautorizó la colocación de cualquier representación religiosa.
Los manifestantes se dieron cita el sábado en el centro de la ciudad, en el lugar inicialmente destinado para la escultura de Bafomet.
“La última cosa que queremos en Detroit es una fiesta de bienvenida al mal”, afirmó Dave Bullock, un párroco bautista local, citado por Reuters.
“He venido aquí para impedirlo en la ciudad de Detroit. No vamos a entregar nuestra ciudad a los satanistas. Es un espíritu violento que está infiltrando este lugar. Pero los expulsaremos”, comentó a Detroit Free Press la clériga Corletta Vaughn, de la Catedral del Espíritu Santo.
El diseño y construcción de la estatua de una tonelada y media de peso ha costado a sus promotores más de 100.000 dólares.
La talla iba a ser instalada cerca del Capitolio estatal en Oklahoma City, para contrastar con el monumento a los Diez Mandamientos.
Sin embargo, el Tribunal Supremo de Oklahoma desautorizó la colocación de cualquier representación religiosa.
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