Prisión para el pastor y el chofer del bus en que murieron calcinados 31 niños
El
pastor de la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia y el chófer del bus
en el que murieron calcinados 31 niños fueron enviados a prisión y
enfrentan la petición de la fiscalía para que cumplan la pena máxima de
60 años, informaron sus abogados.
El
conductor Jaime Gutiérrez, de 56 años, así como Manuel Ibarra, pastor
de la iglesia (Iglesia Pentecostal Unida de Colombia, una iglesia
unicitaria) a la que asistían los niños y quien contrató el autobús,
fueron imputados "por el delito de homicidio en la modalidad de dolo
eventual ", explicó el abogado Mauricio Ramírez.
El
accidente ocurrido el pasado domingo en la localidad de Fundación acabó
con la vida de 31 niños que volvían de la escuela dominical en el
autobús conducido por Gutiérrez, que no tenía permiso de conducir.
Además, el vehículo circulaba en situación ilegal,incumpliendo la
normativa vigente.
A
todo ello se añade que se le acusa de haber actuado con negligencia al
inyectar gasolina en el carburador del vehículo para intentar ponerlo en
marcha.
Trece
menores seguían sún hospitalizados el pasado martes. Mientras, sigue la
identificación genética de los restos calcinados, un proceso que
terminaría la semana próxima cuando las autoridades se comprometieron a
entregar los cadáveres de los 31 niños a sus familiares.
RESPONSABLES PERO “SIN INTENCIÓN DE MATAR”
"Se
trató de un comportamiento negligente y culposo, pero no con dolo. No
se les puede igualar con criminales que buscaban matar", explicó la
defensa, que rechazó la propuesta de la Fiscalía -en la audiencia que
tuvo lugar el pasado viernes- pidiendo que sean juzgados por "homicidio
culposo agravado", con una pena máxima 15 años.
Por
otro lado, en el caso concreto del pastor de la iglesia - al que los
medios identifican como evangélico, aunque se trata de una iglesia
unicitaria - se da el hecho de que "la hija del pastor pereció calcinada
en el bus. Él cometió una falta pero no se puede decir que buscaba
hacer daño", dijeron los abogados, explicando que ahora entrarán en una
negociación con la Fiscalía para que Ibarra y Gutiérrez "acepten su
responsabilidad de una manera proporcionada" y "no bajo la presión
mediática".
Los
abogados pidieron también que los detenidos sean llevados a una cárcel
en la que se les garantice su integridad física, ante versiones de que
allegados a los niños fallecidos buscarían atentar contra ellos.
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