EL DAÑO DE LOS VIDEOJUEGOS

Los dolores musculares o, incluso, ciertas alteraciones visuales son parte de las nuevas lesiones entre jóvenes y niños atrapados por los modernos juegos de video. Hasta hace unos cuantos años, los raspones y tirones eran consecuencia de jugar futbol u otro deporte, pero los tiempos cambian y hay que escuchar a los médicos sobre estas novedosas molestias.
Nadie puede descalificar la tecnología, pues brinda muchos beneficios en el trabajo y al mundo del entretenimiento, como el universo de los videojuegos, pero hay que tener cuidado, ya que su uso exagerado puede generar lesiones en tendones o afectaciones cerebrales.
En las articulaciones Los veloces movimientos de dedos y brazos tienen efectos. El doctor Jaime Castellanos Romero —especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social— indica que las articulaciones de la manos sufren lesiones, comienzan por el dedo pulgar, al ser el de mayor uso en los controles de los aparatos electrónicos. Para los padres es tarea inmediata observar si los niños tienen el hábito de jugar a diario por más de dos horas con las consolas de video. Y saber si comienzan a sufrir dolor entre el pulgar y la muñeca primero, en forma eventual y con regularidad.
Según el experto, estas molestias, a las que médicamente se les conoce como tendinitis, de no ser atendidas oportunamente, pueden afectar a los músculos del brazo y hasta a las articulaciones del codo, ya que el dolor puede impedir que el afectado realice actividades tan cotidianas como escribir, peinarse o vestirse. Un tratamiento —que se emplea en el Seguro Social— es rayo láser, que tiene una acción antiinflamatoria en los tendones alterados. En unas seis sesiones, aplicadas cada tercer día durante dos semanas, el afectado puede recuperar la movilidad.
En el cerebro Otro daño causado por el juego excesivo se da en el cerebro, que al estar expuesto a los destellos del monitor —por lapsos de más de dos horas— puede generar convulsiones en el menor, según Silvia Rivera Nava, neuróloga del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS. Estos trastornos –explica–, son causados por una estimulación conocida como fótica que se caracteriza por descargas intermitentes de luz. Los destellos y las variaciones de imágenes son los que eventualmente generan las descargas cerebrales.
La situación es llamada crisis convulsiva por videojuego y, al igual que en la epilepsia, se caracteriza por movimientos anormales en los que el paciente se muerde la lengua y pierde el control de esfínteres. Durante el impacto, el niño puede llegar a perder la conciencia, se desconecta de su entorno.
Si el ataque convulsivo fue provocado por jugar excesivamente con el dispositivo electrónico, dice la especialista, el niño retoma sus actividades cotidianas y puede considerarse que su crisis fue por la exposición a las luces de la televisión.
Para determinar que el incidente efectivamente fue causado por los destellos o los colores y las variaciones de imágenes del monitor, se deben realizar exámenes como electroencefalogramas, resonancias cerebrales y estudios de laboratorio.
Las afectaciones al cerebro pueden ser originadas porque el menor se desvela y no come. La doctora Rivera dice que los padres deben establecer reglas para que sus hijos dediquen un tiempo moderado para los videojuegos y que estimulen la ejercitación intelectual por medio de la lectura, visitas a museos o partidas de ajedrez.