Magrebí amenaza con “quemar a todos los cristianos de España”
Un hombre magrebí de 46 años fue
detenido durante la madrugada del pasado jueves tras sembrar el pánico
en la madrileña calle Orense.
El hombre gritaba “Alá es grande, os vais a pudrir en el infierno” a los viandantes al tiempo que amenazaba con quemar a todo aquel que se encontraba a su paso.
El hombre llevaba en las manos una botella rellena con un líquido amarillo y vociferaba: “Os voy a matar a todos los putos cristianos que vivís en España” segun información provista por el diario El Occidental.
Cuando los agentes de la Policía Nacional llegaron al lugar, se encontraron con personas que huían despavoridas y con el sospechoso que les increpaba: “Os voy a quemar a todos”.
Finalmente el hombre fue detenido y conducido a la comisaría de Policía de Tetuán. Durante la detención, agredió a un agente. En dependencias policiales se descubrió que el líquido que llevaba no era tóxico ni inflamable.
Fuente policiales han confirmado que se trata del caso de un perturbado mental. Esas mismas fuentes señalan que las fuerzas de seguridad se enfrentan ahora, después de un ataque como el perpetrado en Orlando, al peligro del efecto imitación.
El hombre gritaba “Alá es grande, os vais a pudrir en el infierno” a los viandantes al tiempo que amenazaba con quemar a todo aquel que se encontraba a su paso.
El hombre llevaba en las manos una botella rellena con un líquido amarillo y vociferaba: “Os voy a matar a todos los putos cristianos que vivís en España” segun información provista por el diario El Occidental.
Cuando los agentes de la Policía Nacional llegaron al lugar, se encontraron con personas que huían despavoridas y con el sospechoso que les increpaba: “Os voy a quemar a todos”.
Finalmente el hombre fue detenido y conducido a la comisaría de Policía de Tetuán. Durante la detención, agredió a un agente. En dependencias policiales se descubrió que el líquido que llevaba no era tóxico ni inflamable.
Fuente policiales han confirmado que se trata del caso de un perturbado mental. Esas mismas fuentes señalan que las fuerzas de seguridad se enfrentan ahora, después de un ataque como el perpetrado en Orlando, al peligro del efecto imitación.
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