Pastores piden orar por miles de haitianos que serían repatriados

 
En República Dominicana, se teme que miles de haitianos sean repatriados luego de que no recibieran documentos de identidad como parte de un plan, cuyo plazo venció el 17 de junio. Ahora, los pastores piden a la Iglesia apoyo humanitario para los afectados y oración por ellos.
“Sin menoscabo de las leyes como nación, eleven oraciones solidarias para que los extranjeros que están saliendo del país o que van a salir como resultado de nuestras leyes de migración, lo hagan sin mayores traumas y que puedan encontrar en su tierra la mejor acogida”, comunica el Consejo de Confraternidades Pastores Evangélicos (CONACOPE). 

La Suprema Corte dominicana en octubre de 2013 dictaminó que “los niños nacidos en el país de padres extranjeros en tránsito no tienen la nacionalidad dominicana”, una decisión retroactiva a 1929, que de hecho convierte en apátridas a más de 250.000 personas, principalmente hijos de padres nacidos en Haití, pero también en la República Dominicana, puesto que abarca un período de más de 80 años.
Ante las protestas internacionales, el gobierno dominicano lanzó un Plan Nacional de Repatriación de Extranjeros (PNRE) que concedió documentos de identidad con el objetivo de regularizar a los inmigrantes haitianos instalados en su territorio desde hace años.
“Cuando la inscripción comenzó me dieron una cantidad de citas en las oficinas, pero mi caso no avanzó”, dice Mineyda, una de las afectadas que lleva toda su vida viviendo en República Dominicana.
El presidente de CONACOPE, Adolfo Mateo, llamó a la Iglesia a que sin violentar los procedimientos legales, otorguen el mayor apoyo humanitario posible a los extranjeros expuestos a ser repatriados.
“Llamamos a nuestras iglesias, entre cuyos miembros se verifica una cantidad significativa de extranjeros, especialmente haitianos, a que oren y expresen por todos los medios a su alcance sus afectos solidarios y cristianos con sus hermanos de la vecina nación”.
El reverendo Mateo dijo que “como cristianos no podemos ser indiferentes ante el drama humano que provocan los desplazamientos territoriales de personas que se movilizan de sus tierras buscando mejores condiciones de vidas”. Recordó que la Biblia no solo es el manual por excelencia de defensa a los derechos humanos, sino que también contiene toda una teología que se refiere al trato a los inmigrantes, “La Biblia como expresión de una realidad histórica contiene dramáticos desplazamientos humanos, sin dejar de expresar literalmente que debemos ser compasivos para quienes tienen que sufrir estos desplazamientos”, explicó Mateo.
Por otra parte, Mateo propuso establecer mejores relaciones con las iglesias evangélicas haitianas de manera que los extranjeros que regresan a su tierra de origen puedan encontrar acompañamiento y apoyo para su fe en las iglesias evangélicas.
“Como tenemos un compromiso de fe con todos los hombres y mujeres independientemente de su raza, color, nacionalidad o cualquier otra barrera que quiera impedir nuestra unidad como seres humanos hechos a imagen y semejanza de Dios, estamos solicitando un trato sin atropellos, abusos ni humillaciones para los extranjeros que están para ser repatriados por no haber sido llenado los requisitos del plan de regularización”.
Mateo dijo que desde CONACOPE se están haciendo esfuerzos para establecer relaciones con organizaciones representativas de iglesias evangélicas de Haití en busca de cooperar para que las relaciones dominicanas y haitianas tengan espacios de diálogos y acercamientos fructíferos que apunten a la búsqueda de soluciones a los problemas migratorios y de otros órdenes que históricamente han afectado las relaciones de ambas naciones.
Expresó que desde las iglesias “nos oponemos a cualquier acto de atropello o desconocimiento de derechos de los extranjeros que están en nuestro territorio” y que las iglesias “deben estimular y promover el buen trato a todas las personas, sin importar su credo o nacionalidad”.
Por último, el reverendo Mateo llamó a las iglesias que si sienten hacer cultos de despedidas a sus miembros haitianos, al momento de partir, que lo hagan sin miedo, porque con ese gesto están cumpliendo el deseo de Dios que manda a darle buen trato al extranjero.
“A nuestras iglesias que quieran despedir a sus miembros extranjeros con cultos y gestos honrosos y solidarios que lo hagan sin miedo, que expresen el amor de Dios derramado en sus corazones y traten de establecer relaciones de seguimiento con iglesias haitianas en capacidad de recibir los miembros que serán repatriados. Despidan con dignidad y oren con sus hermanos haitianos. Denles el mayor apoyo a su alcance”, expresó el reverendo Mateo.
Por su parte, las autoridades haitianas afirman que intentan manejar el flujo de apátridas y emigrantes que la República Dominicana continuará expulsando, pero la realidad es otra.
El centro de recepción que el gobierno de Puerto Príncipe se ufana de haber abierto en la localidad fronteriza no existe. Solamente una pancarta del Ministerio de Defensa puede verse en el lugar, junto a un guardia armado cerca de máquinas de construcción inutilizadas. Los dominicanos convertidos en apátridas y los emigrantes haitianos sin recursos que son expulsados diariamente hacia Haití están librados a su suerte.

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