Muere Elisabeth Elliot, reconocida escritora y misionera



La reconocida autora cristiana, oradora y misionera Elisabeth Elliot falleció la mañana del domingo. Ella tenía 88 años.
El esposo de Elliot, Lars Gren, dijo que su difunta esposa había estado luchando contra la demencia. Agregó que ella manejó su deterioro mental con el mismo aplomo que lo hizo con la muerte de sus dos primeros esposos. 

"Ella aceptó esas cosas, [sabiendo] que ellos no eran ninguna sorpresa para Dios", dijo Gren. "Era algo que preferiría no haber experimentado, pero ella lo recibió".
Elliot fue autora de numerosos libros, pero tal vez los más famosos son los que ella escribió sobre el martirio de su primer marido, Jim Elliot. Él fue asesinado en 1956 por miembros de la tribu Waorani mientras él y otros cuatro misioneros intentaron llegar a ellos con el Evangelio. En ese momento, los Waorani (también llamados los Aucas) fueron una de las tribus no alcanzadas al este del Ecuador.
"Nuestra hija Valerie tenía 10 meses de edad cuando Jim fue asesinado", dijo. "Desde entonces, mi vida ha sido escribir y hablar".
Entregada a las misiones
“Mis padres eran misioneros en Bélgica, donde nací”, contaba Elisabeth Elliot sobre su vida, en su página web. “Cuando tenía pocos meses de edad, llegamos a los EE.UU. y vivíamos en Germantown, no lejos de Filadelfia, donde mi padre se convirtió en un editor del Sunday School Times”.
“Nuestra familia continuó viviendo en Filadelfia y luego en Nueva Jersey hasta que me fui de casa para asistir a la Universidad de Wheaton. En ese momento, la familia había aumentado a cuatro hermanos y una hermana. Mis estudios en el griego clásico algún día me permitirá trabajar en el área de las lenguas no escritas para desarrollar una forma de escritura”, explicaba.
“Un año después de que me fui a Ecuador, Jim Elliot, a quien había conocido en Wheaton, también acudió a las zonas tribales, con los indios quichuas. En 1953 nos casamos en la ciudad de Quito y continuamos nuestro trabajo juntos. Jim siempre tenía la esperanza de tener la oportunidad de entrar en el territorio de una tribu no alcanzada. Los aucas estaban en esa categoría, un grupo feroz a quien nadie había logrado visitar sin ser asesinados. Tras el descubrimiento de su paradero, Jim y otros cuatro misioneros entraron en territorio Auca. Después de un contacto amistoso con tres miembros de la tribu, fueron atacados con lanzas, hasta la muerte”, continuaba.
“Nuestra hija Valerie tenía 10 meses de edad cuando Jim fue asesinado. Continué trabajando en la zona cuando, gracias a la providencia divina, conocí a dos mujeres aucas que vivieron conmigo durante un año. Ellas eran la clave para que pudiese ir a vivir con la tribu que había matado a los cinco misioneros”, relataba. “Permanecí allí durante dos años”. “Después de haber trabajado durante dos años con los aucas volví al trabajo entre los quichuas y estuve allí hasta 1963, cuando Valerie y yo regresamos a los Estados Unidos. Desde entonces, mi vida ha sido escribir y hablar”.
En 1969 Elisabeth se casó con Adison Leitch, profesor de teología, que falleció en 1973. Después volvió a contraer matrimonio con Lars Gren, quien le acompañaba en sus ministerios.

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