Es el Verichip la marca de la bestia ?


“Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis”
Apocalipsis 13:15-18 

VeriChip 2013 y la marca de la bestia 666
y Nicholas Rockefeller, un miembro de la saga Rockefeller que le admitió abiertamente a Russo que el objetivo último de la elite mundial no era otro que tener a toda la población mundial con un microchip bajo la piel y tener sobre los “siervos” un control absoluto. 

Russo murió semanas después de aquella entrevista y la noticia se difundió en Internet extraordinariamente, pero de nuevo, esta sería una noticia más, como tantas otras en la red imposible de constatar si no fuera porque Internet nos acerca la información y la realidad de una forma antes inimaginable.

Todos hemos oído hablar de la tecnología de los microchips subcutáneos, implantados para permitir un control médico de las personas con problemas cardíacos y de otros usos en medicina contra los que, en general, poco tenemos que decir. 

También en su momento leímos noticias sobre la familia “Chipson“, una familia americana donde todos sus miembros llevan un chip subcutáneo desde el año 2002 y del que se siente la mar de orgullosos. 

Pero no muchos pensaban seriamente hace unos años que el objetivo de nadie fuera implantar un chip bajo la piel de cada ciudadano; el plan resultaba demasiado chocante e innecesario. 

Sin embargo, como suelen ocurrir este tipo de cosas, poco a poco, “tacita a tacita”, por el método de ir apoyando una iniciativa aquí y otra allá, algunas bien vistas por parte de casi toda la sociedad, mientras se cuelan noticias “raras” o “simpáticas” por otros medios de comunicación, y todo ello apoyado por millones de dólares en publicidad y marketing, la mentalidad de los seres humanos se va transformando, se va “lavando el cerebro” a la población y creando una opinión favorable hacia este tipo de iniciativas y proyectos, y éste es el punto exacto en el que nos encontramos hoy en día. 
humanidadSi entramos en sitio Web corporativo de la empresa VeriChip podemos leer: 

“VeriChip, la primera tecnología de identificación personal subdérmica, anuncia un programa especial para registrarse. Firme ya para estar entre los primeros del mundo en ‘chipearse’. Le invitamos a llenar el formulario para estar entre los primeros 100.000, y recibirá una bonificación de 50 dólares.” 

privacidad


Es un aviso publicitario de la firma Applied Digital Solutionsque lanzó al mercado un chip del tamaño de un arroz que se coloca bajo la piel de un brazo conteniendo la información básica para identificar una persona. 

Los microcircuitos son obra de la empresa VeriChip, filial de Applied Digital Solutions, de Palm Beach (Florida), que en octubre de 2004 recibió el consentimiento por parte de la Dirección de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA) para comercializar el producto. 

Su uso inicial, como hemos dicho, ha sido guardar identificación personal o médica, pero ya sus usos se están ampliando hacia vertientes insospechadas hasta hace muy poco. 

La compañía Solusat comenzó a vender el VeriChip en México en julio del año pasado. Su costo más los gastos por implantación ronda los 200 dólares, además de la tarifa anual de 50 dólares por mantenimiento de la base de datos. El escáner manual cuesta unos 1.200 dólares. El fiscal general de México y 170 funcionarios más fueron la “vanguardia” en México y se colocaron bajo la piel los “chips identificatorios.” 

Varios países latinoamericanos están haciendo cola en la puerta de la compañía de Palm Beach (Florida), para que diseñe un dispositivo especial con el fin de seguir a las personas en caso de secuestros. 

La empresa sigue afirmando en su Web que el chip provee de un identificador único y que el sistema es absolutamente “seguro”. El bio-chip mide de 7mm a 12 mm de largo y sobre 1 mm de ancho, más o menos del tamaño de un grano de arroz. 


Contiene un “transponder”, un sistema de almacenamiento y lectura de información por control remoto y una batería de litio recargable. 

La batería es recargada por un circuito de termopar que produce una corriente eléctrica con fluctuaciones de la temperatura del cuerpo, razón por la que se implanta en la mano derecha o la cabeza. 

Invirtieron más de 1.5 millones de dólares en estudios, sólo con el objetivo específico de conocer cuál era el mejor lugar para colocar este biochip en el cuerpo humano y llegaron a la conclusión de que esos dos lugares en el cuerpo eran los más adecuados y eficientes. 

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