Hallan el Estanque de Siloé del que habla el Evangelio de Juan
Durante años, algunos expertos habían puesto en duda la veracidad
histórica del cuarto Evangelio. Sin embargo, un baño en la piscina de
Siloé corregirá ese error.
El Evangelio de Juan capítulo 9 cuenta la historia de un ciego de
nacimiento que fue sanado por Jesús. Luego de decirle a sus discípulos
que la ceguera del hombre no tenía nada que ver ni con los pecados del
hombre ni los de sus padres, Jesús aplicó barro en los ojos del hombre y
le dijo que se lavara en el estanque de Siloé.
Por lo menos desde el siglo V, los cristianos ya habían identificado un
lugar en Jerusalén conocido como la piscina de Siloé y el sitio del
milagro. Pero no fue sino hasta hace una década que los arqueólogos
encontraron lo que aseguran es el antiguo estanque de Siloé.
Al igual que muchos de estos hallazgos, fue casi por accidente. Durante
los trabajos de construcción para reparar una tubería de agua cerca del
Monte del Templo, los arqueólogos israelíes Ronny Reich y Eli Shukron
encontraron “dos antiguos escalones de piedra.”
De acuerdo con la Biblical Archaeology Review, “Las excavaciones
posteriores revelaron que eran parte de un grupo monumental que data de
la época del Segundo Templo, el periodo en que vivió Jesús.” La piscina
era de forma trapezoidal y de 225 pies de largo.
El Evangelio de Juan no es el único libro de la Biblia que es verificado
con este hallazgo arqueológico. Según la revisión histórica, “los
orígenes de la piscina de Siloé se remontan aún más lejos en la historia
– al menos siete siglos antes de la época de Jesús.”
La piscina era parte de los preparativos que el rey Ezequías hizo en
previsión de un asedio que haría el rey Senaquerib de Asiria.
Según 2 Crónicas 32, “fue Ezequías quien bloqueó la salida superior del
muelle de Guijón y canalizó el agua hacia el lado oeste de la ciudad de
David.”
Si bien la existencia de un túnel de este tipo se conoce desde finales
del siglo 19, muchos estudiosos eran reacios a asociarlo con el que se
menciona en 2 Crónicas. Según Reich las grandes excavaciones de la zona
de Shukron les ha llevado a la conclusión de que lo que cuenta 2
Crónicas acerca de Ezequías es correcto.
De acuerdo con una inscripción en uno de los túneles, llamada la
“inscripción de Siloé,” dos equipos excavando en direcciones opuestas –
uno del norte y otro del sur – se encontraron en el medio. El resultado
fue una fuente de agua que permitió a Judá resistir el asedio asirio.
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