Israel, la tierra donde fluye leche y miel
En los textos sagrados del judaísmo y del cristianismo, Dios promete al pueblo de Israel darles una tierra en la que fluye leche y miel. Aunque es una imagen simbólica de abundancia, también tiene un cumplimiento literal a día de hoy.
Según Moshe Kempinsky, autor judío ortodoxo, la leche y la miel se mencionan 20 veces en las Escrituras. Sin embargo, parecía contradictoria esta idea cuando el pueblo judío regresó de 2 mil años de exilio ya que encontró una tierra totalmente estéril.
Pese al calor, la humedad y los recursos limitados, hoy en día la vaca israelí produce de promedio y en su conjunto más leche al año que las vacas en Estados Unidos, Europa y Australia.
“Dios ha cumplido con su promesa, porque se nos considera líderes mundiales en producción de leche”, dice Kempinsky.
Conforme a Ronen Gal, dirigente de Operaciones en la mayor lechería de Israel, la leche sigue en aumento, gracias a las “granjas inteligentes” y de la alta tecnología existente.
¿Y qué de la miel? Al hablar de miel en suelo de Israel, muchos eruditos creen que la miel de tiempos bíblicos venía de los dátiles de las palmeras.
Hay decenas de miles de acres que producen dátiles en Israel. Elaine Sólowe, doctora en botánica, sembró unos tres mil árboles en Kibbutz Ketúra, en el desierto Árava. Cada uno de esos árboles produce unos 160 kilos de dátiles al año.
Hoy día los dátiles israelíes son famosos en el mundo. Israel exporta unas 12 mil toneladas anuales a 20 países diferentes.
“Los árboles bíblicos, si crecieron aquí en los días de antaño, ¿por qué no pueden crecer ahora? Estamos reintroduciendo árboles de incienso y mirra, que probablemente aparecieron en tiempos del rey Salomón. De lo que sabemos de la cultura y de la Biblia, ya se cultivaba un árbol de incienso y medicinal aquí, llamado Bálsamo de Galaad”, dijo Sólowe.
Según Kempinski, el reverdecer de árboles en la tierra es la primera señal de la redención. "Ezequiel 36 dice que los montes darían fruto porque sus hijos regresaban a casa. No es algo que Dios le diría a un árbol. Para eso creó el árbol, pero Dios dice en Levítico, la tierra será desolada cuando les expulsó de ella, pero cuando devuelve a su pueblo a su hogar, la tierra brotará con flores, árboles y frutas”.
Por eso se dice que cada dátil que se come y cada vaso de leche que se toma en Israel, es un cumplimiento profético.
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