HISTORIA DE LA TELEVISION A COLOR EN LA REPUBLICA DOMINICANA
La televisión a color no llegaba a ser ni siquiera una ilusión cuando Poppy Bermúdez fue invitado a formar parte de un canal ideado inicialmente para operar en blanco y negro y exclusivamente para la zona metropolitana de Santia-go. De una unidad móvil a color adquirida de segunda mano en Nueva York surgió la idea de transmitir a color... ¡Y nació Color Visión!
Los promotores del proyecto fueron José Semorile, Lulio Moscoso y Manolo Quiroz, los tres técnicos de mayor capacidad en el área hace medio siglo.
Luego de obtener la autorización para operar la frecuencia desde Santiago, los tres llegaron sin un chele en el bolsillo a proponerle la idea al entonces poderoso administrador de la Compañía Anónima Tabacalera, Caonabo Almonte Mayer (Chino), a quien contactaron a través de don Enrique Peynado y de su hijo Jacinto.
El Chino Almonte no perdió tiempo en ese proyecto y lo derivó donde Poppy, que era entonces presidente-administrador de la licorera J. Armando Bermúdez, que lideraba la industria del ron y poseía uno de los presupuestos publicitarios más importantes de la época.
Poppy había mostrado inclinación por la comunicación electrónica, específicamente por la radiodifusión. Siendo muy joven, quiso instalar una emisora en Barahona, a la que llegó hasta a ponerle nombre: “Ondas del Birán”, en honor al río que bordea la ciudad. Su tío Domingo le hizo desistir de la idea.
Los vínculos de Poppy desde muy joven con la radiodifusión quedan testimoniados en esta narración para La Tecla que hace en primera persona por primera vez casi medio siglo después...
Aquellos años en Santiago
“Cuando yo era joven y vivía en la calle España, donde me crie, en la cuadra siguiente de la misma calle, había dos emisoras de radio: una era de la familia Western y estaba en una casa de tres niveles; y la otra, localizada en la calle España esquina Beller, en el segundo nivel, era propiedad del señor Moisés Franco.
“Siempre me ha gustado la comunicación y una vez casi monto una emisora de radio y por no colidir con intereses de Santiago estuve pensando instalarla en la ciudad de Barahona y el nombre que le iba a poner era “Ondas del Birán”. El Birán es el río que pasa por el pueblo de Barahona.
“Cuando le dije a mi tío Minguito, que fue mi padre espiritual y maestro, que quería poner una estación de radio, me dijo: “está muy buena la idea Popito, pero no conviene porque esa emisora por ahí van a decir cosas que tú no controlarás y eso te puede traer problemas, pues hay que ser muy cuidadoso con los asuntos del Estado”. Por eso desistí de ese proyecto.
“José Semorile y Manolo Quiroz consiguieron un permiso para una televisora en Santiago. Con esa motivación se acercaron a Don Enrique Peynado y a su hijo Jacinto, así como a otras personas de Santo Domingo para hacer contacto en Santiago con Caonabo Almonte, a quien le decíamos Chino, que era el Director de La Tabacalera en esa época, y a la vez un gran anunciante, para presentarle el proyecto de televisión.
“El Chino Almonte, con quien me llevaba muy bien, dijo que la idea también le gustaba y que estaba dispuesto a participar, pero si yo participaba también porque a mí me gustaba la comunicación y la J. Armando Bermúdez & Co., C.
por A., que estaba dirigida por mí, era otro gran anunciante. Cuando Chino Almonte me habló de lo que le ofrecieron, le dije que estaba dispuesto a participar.
El primer administrador...
“Chino Almonte tenía mucha relación con Felipe Moscoso, quien tenía una emisora de radio y quien se la adminis-traba era Antonio Bojos B., al que le decíamos Bojitos, quien fue designado en ese momento gerente y presidente de la compañía que se formó para lo de la televisora.
“Se inició el proyecto para una televisora a blanco y negro, de acuerdo a los planes que se tenían, y se inició en una dependencia del hotel Matum y tuve más participación en los trabajos. Recordé que en la industria que yo participaba se conseguían máquinas usadas en los Estados Unidos de América que se cambiaban no porque estuvieran obsoletas, sino para reemplazarlas por otras más modernas y más rápidas que con el mismo operador duplicara o triplicara el rendimiento, y ese principio fue el que apliqué para el asunto de la televisión.
“Nicolasito Vargas Pimentel, hijo de Nicolás Vargas Fernández, mi compañero de trabajo de largos años, ya había venido a trabajar con nosotros y había ido a la escuela con un muchacho de nombre Jeff, cuyo papá estaba relacio-nado con una agencia publicitaria americana importante, la James Walter Thompson, que en ese momento ten-ía buenas relaciones con las televisoras americanas, en especial las de New York. Nos las arreglamos y a través de Jeff pude concertar una entrevista con el señor Harold E. Anderson, de NBC, y con el señor Thomas J. Swafford, de CBS, ambas con sus oficinas en la 6ta. Avenida.
“Los invité a un almuerzo en el Hotel Warwick, 54 St. y 6ta. Avenida; ya en el almuerzo comenzamos a hablar de televisión, de las ideas que uno tenía y de la ayuda que podían prestarnos en ese sentido. Les comuniqué que para mí esto era un asunto en el que yo no tenía experiencia y quería que me dieran una idea y qué ayuda podían ofrecerme en este sentido, en especial si tenían algún equipo disponible que ya no estuvieran utilizando y que pudiéramos adquirir.
“Entonces el señor Anderson, de NBC, me dijo: mire nosotros tenemos un almacén donde puede haber algún equipo disponible en el sentido que usted dice. Está localizado en la Ruta 22, de New Jersey.
“Yo estudié un verano en New Jersey y trabajaba allá y conocía bien la Ruta 22. Al día siguiente estaba en el al-macén, y por instrucciones del señor Anderson me mostraron las cosas que había disponibles, entre éstas una uni-dad móvil grande, del tamaño más o menos de un furgón, equipo rodante que yo conocía bien, pues mi papá, cuando yo era niño tenía guaguas, y lo observé...
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ORGANIZACIÓN DEL CONGRESO
Una unidad móvil en desuso “Era un contenedor, uno de esos trailers grandes que hay, con más o menos 40- 45 pies de largo, con tres cámaras de colores para televisión, cables y otros. Era un estudio rodante con todos los switches y todas las cosas que se necesitaban para conformar un estudio para una televisora a color, que fue lo que más me interesó porque era una primicia para República Dominicana.
Así que hablé con el señor Anderson y le dije que yo estaba dispuesto a comprar esa unidad de color que habíamos visto, la pagamos y la trajimos para Santiago.
“Cuando la unidad móvil llegó a Santiago, al Hotel Matum donde nos estábamos instalando, los técnicos que sabían de esas cosas, encabezados por el muy recordado y muy buen técnico Lulio Moscoso, de Radio Televisión Dominicana y que estaba entrenado por RCA; José Semorile, que era un buen técnico también; y Manolo Quiroz, que sabía de televisión, dijeron que los equipos que estaban dentro de esa unidad había que aprovecharlos y eran necesarios y suficientes para hacer el estudio fijo de televisión. De ahí Color Visión tuvo la oportunidad de ser la primera a color... Así que esa primicia me tocó a mí y por eso se nombró Color Visión.
“Como el proyecto que había era de instalar una emisora en blanco y negro y el equipo que tenía la unidad móvil dentro contenía todo necesario para que el estudio principal de televisión fuera a color, hubo alguien que me pre-gunto para qué íbamos a transmitir a color si los televisores que había en el país eran a blanco y negro.
Yo le contesté que no sabía mucho de televisión pero le recordé que cuando teníamos una foto a color no queríamos ver otra en blanco y negro.
“En nuestros pueblos, especialmente en el Cibao, había muchos televisores que se los enviaban sus familiares de los Estados Unidos de América, y la misma tarde que iniciamos las transmisiones recibimos numerosas llamadas con reportes de que nos estaban viendo a todo color y que milagrosamente sus televisores se habían convertido de blanco y negro a color....
Tomado del LISTIN DIARIO
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